Manejo costero integrado y áreas marinas protegidas

AGENTE CAUSAL DE PRESIÓN
Las principales ciudades del Perú se asientan en la costa y es en esta región donde se concentran importantes actividades que soportan la economía nacional. El crecimiento poblacional que se ubica en los márgenes del litoral costero y las múltiples y variadas actividades industriales aún ineficientes en sus procesos tecnológicos, entre otros, vienen ejerciendo una intensa presión ambiental que compromete las zonas costeras industriales.
Los problemas ambientales que comprometen el medio marino costero han originado un deterioro en la calidad de sus aguas, especialmente en la línea de playa, por la disposición de deshechos sólidos que generan las actividades urbanas, industriales, mineras, etc. La situación se agudiza en las bahías cerradas con procesos lentos de circulación, por ejemplo en la Bahía de Ferrol (Chimbote), en Paracas (Pisco), en Ite, que son áreas críticas de contaminación.
La complejidad de las múltiples actividades humanas que involucran las zonas costeras y marinas requiere necesariamente de un manejo integrado a cargo de las entidades involucradas y la población comprometida, para ello es necesario una readecuación y un reordenamiento técnico, normativo e institucional.
En Perú las áreas protegidas en el ámbito marino y costero son muy limitadas, circunscritas a una Reserva Nacional, una Zona Reservada y dos Santuarios Nacionales, estando en propuesta:
• Los Manglares de San Pedro (Piura)
• Estuario de Virilá (Piura)
• La Isla Lobos de Afuera
• Manglares de San Pedro

RESERVA NACIONAL DE PARACAS
Está ubicada en el distrito de Paracas, provincia de Pisco, departamento de Ica, sobre una superficie total de 335,000 hectáreas. De esta área, 117,406 corresponden a tierra firme y 217,594 hectáreas son aguas marinas. Se localiza en una zona de clima desierto desecado-subtropical (dds).
Las orillas de roca inmóvil y rocas cercanas al mar ocupan el 40% del litoral y son áreas inaccesibles, allí se encuentra el hábitat natural de las poblaciones de lobo marino fino, que no aparece en las otras biocenosis. También es lugar de anidación del pingüino de Humboldt y lugar de descanso del piquero y el guanay, entre otros. En la partes altas de esas rocas cercanas al mar se encuentra frecuentemente el cóndor.
Es de suma importancia fortalecer el manejo de esta área marina, así como de la Zona de Reserva de Punta San Juan.

ECOSISTEMAS DE MANGLARES
Los manglares son un sistema ecológico formado por bosques tropicales y unos esteros o rías donde se mezcla agua marina con agua dulce de uno o más ríos. Se encuentran tanto en América, como en África, Asia y Oceanía. Sin embargo, ciertos fenómenos oceanográficos pueden cambiar las condiciones de esta zona intertropical, de modo que los bosques de mangle no pueden desarrollarse. En el Pacífico sudamericano sólo hay mangle hasta los 3º 35' S, debido a la presencia de la Corriente Costera Peruana, que enfría las aguas marinas de esta región. En el Atlántico sudamericano, en cambio, los manglares continúan hasta Florianápolis, Estado de Santa Catarina, situado a unos 25º S.
En Perú los manglares ocupan una zona pequeña, en el Departamento de Tumbes, ubicada entre los 3º 24' S y los 3º 35' S. El bosque ocupa 5,852 hectáreas. En esta zona existe el Santuario Nacional del Mangle, el área declarada es de 2,972 hectáreas; de las cuales se ha calculado que unas 1,800 están conformadas por esteros (canales y riachuelos) y 1,172 por bosques de mangle. Su declaración como Santuario Nacional tuvo como objetivo proteger los bosques de mangle, las especies de invertebrados acuáticos de importancia económica y el cocodrilo americano, así como incentivar la recreación y el turismo.

ESTRATEGIA PARA SU MITIGACIÓN
Actualmente se han propuesto algunos lineamientos para el manejo costero integrado como:
• Fomentar la ciencias básicas, principalmente orientadas hacia los estudios taxónomicos, apoyando a los profesionales dedicados a estas líneas de investigación, así como también la conservación de diversas colecciones existentes en el país.
• Planificar estrategias y lineamientos de recuperación que incluyan el monitoreo de los principales parámetros ambientales.
• Priorizar los estudios de biodiversidad en los niveles de especies y ecosistemas, por ser urgentes para establecer las bases conceptuales de un buen manejo de la zona costera.
• Incentivar la participación y responsabilidad de las agrupaciones pesqueras en la administración de las áreas costeras de la jurisdicción. Asimismo, hacerlas participar en la toma de decisiones.
• La educación y la toma de conciencia ambiental debe constituirse en un mecanismo para la conservación y manejo de los recursos.